Tiene 18 años y desde los siete lleva jugando al rugby. Acaba de regresar de la concentración definitiva para los Juegos Olímpicos de Río y a punto ha estado Ane Fernández de Corres de estrenarse en la magna cita. No ha pasado el corte definitivo, pero la jugadora del Gaztedi tiene todo el tiempo del mundo para instalarse entre las mejores jugadoras a nivel nacional. Nadie con su edad ha estado en el equipo nacional y pese a las diferencias en el juego -ella acostumbra con el equipo vitoriano a jugar rugby 15 y en la selección es a siete-, ha llamado la atención de los técnicos españoles.

“La diferencia entre una modalidad y otra es básicamente la cuestión física. Por eso a Seven los partidos duran menos minutos, porque abarcas el mismo campo con menos jugadoras”, explica Ane. No le ha pillado por sorpresa su no inclusión en el equipo definitivo para Rio. “La mayoría de las jugadoras llevan cuatro años jugando con España y yo acabo de llegar como quien dice”. De hecho no estuvo en el preolímpico de Dublin donde España obtuvo el billete tras ganar en la final a Rusia. Tan sólo ha estado en diferentes concentraciones para seguir progresando y recabando informes suyos los propios seleccionadores. Sí que formó parte de la absoluta de 15 en un encuentro ante Hong-Kong.

Es la primera vez que el rugby es olímpico y curiosamente España contará con ambos combinados en la capital brasileña. Ya el año pasado estuvo convocada con la sub’18 de Seven y casi seguro que la temporada venidera le veamos en División de Honor, aunque no con el cuadro vitoriano. Quiere estudiar fisioterapia y deberá hacerlo en Leioa o Madrid y será entonces su nuevo destino deportivo también.

Mientras tanto trata de enseñar también a las futuras jugadoras del Gaztedi, que como sus primas, se han decidido por iniciarse en este deporte a raíz del surgimiento de Ane. “En rugby no es tan claro el desequilibrio entre los chicos y las chicas, aunque para mucha gente pudiera ser lo contrario. Yo he madurado gracias al rugby y las personas que conoces en este deporte son distintas a otras”, relata la medio melé vitoriana. Ahora le toca descansar y en breve decidir dónde seguirá con su prometedora carrera como jugadora de rugby.