Lleva toda una vida sumergida en el agua. Desde que empezara a los 6 años a hacer natación en su Sevilla natal hasta hoy en día como directora de la sección de natación sincronizada en Granollers, una de las referencias nacionales a nivel de clubes. Desde los 17 es entrenadora y no se aburre con lo que hace, al contrario. Lleva ocho años en la entidad catalana y por su manos han pasado alguna de las referencias de la ‘sincro’. Ella es Amalia Vega y ‘dxtfem’ ha charlado recientemente con ella con motivo de su visita a Vitoria para impartir unas jornadas de tecnificación de la mano del club Urdantza.
“En 2006 acabé la carrera de arquitectura superior y como no tenía salida laboral me decanté por dedicarme de lleno a entrenar natación sincronizada. Tuve la suerte de que Granollers acudió a mí y no me lo pensé mucho”, cuenta Amalia. Además de trabajar diariamente en su club, ha tenido la oportunidad en alguna ocasión de dirigir a las categorías inferiores de España. “En una de esas llamadas de la Federación tuve conmigo a Ona Carbonell. Fue en la Copa Comen, en Atenas, con la selección infantil. Fue un stage de diez días”, recuerda. Ahora, Ona es la referencia de combinado nacional, el testigo de la gran Gemma Mengual.
Por detrás vienen otras nadadoras pegando fuerte y a varias de ellas dirige Amalia Vega en el Granollers. “Tenemos en la selección actualmente a Meritxell Mas, Cristina Salvador, Amber Bakker y Cecilia Jiménez y en categoría junior a Helena Jaumá”. Tan sólo esta última pasa por los entrenamientos de la entidad catalana cuando no está con el combinado nacional. El resto trabajan a diario en el CAR de Barcelona. Fiel reflejo del gran trabajo que hacen y que les convierte en una referencia. Actualmente tienen 170 nadadoras, desde los 5 años hasta los 22. Lista de espera para un deporte que hasta hace pocos años apenas se conocía. “Se nota el nivel de demanda de un tiempo a esta parte. Es evidente que estamos viviendo el ‘boom’ de los deporte acuáticos.
Aunque eso no impide que siga habiendo problemas en el día a día. “La mayor pega que hay ahora mismo es que apenas hay entrenadores cualificados. Poca gente se puede ganar la vida en esta disciplina al estar mal remunerada”, apunta Amalia. Por eso los consejos que ofreció el pasado fin de semana a los responsables de Urdantza fueron de gran valía. Se trató de paliar las deficiencias técnico-tácticas que una entidad de reciente creación como es la vitoriana puede tener todavía. Pese a ello, Amalia augura un buen futuro para el equipo vitoriano. “Tienen un grupito muy majo de niñas más pequeñas que tiene muchas ganas y con las que se pueden hacer cosas interesantes. Este es un deporte que hay que empezarlo a trabajar lo antes posible, con 6 años, porque es muy complejo. Lo difícil para ellas son las posiciones invertidas, controlar eso. Pones el cuerpo al límite y a esas edades es más fácil de asimilar todos esos conceptos”, manifiesta Amalia Vega.