En un deporte que gana adeptos con el paso de las temporadas y de paso más fichas en el ámbito femenino no es fácil encontrar once fichas dentro de un mismo equipo. Pero a base de trabajo y seriedad el C.A. Aurrerantz de Sestao ha logrado esta temporada fidelizar a once mujeres apasionadas por el agua, la bici y la carrera a pie. Once triatletas que visten el buzo verde y negro del cuadro sestaotarra en rincones de Euskadi y de otras provincias a lo largo de muchos meses.

Desde el pasado 1 de marzo que dio comienzo la temporada a nivel oficial con la puesta de largo ante patrocinadores, familiares y amigos, las triatletas del equipo vizcaíno han tratado de estar peleando por los puestos de privilegio. Y eos que su día a día no les permite en muchos casos entrenar todo lo que ellas quisieran, pero al final su pasión por este deporte puede con eso y más. Dos de ellas son ya madres y una tercera espera serlo a lo largo de este año.

Luego aparecen casos curiosos de triatletas hoy, pero deportistas de otras modalidades en el pasado reciente. Tal es el caso de Miren Bergara, que llegó el pasado ejercicio al triatlon después de haber practicado el remo durante varias campañas. Incluso llegó a ser campeona de España. Pero su inesperado debut en 2014 en el triatlon de Castro, con un gran resultado por cierto, hicieron que olvidara el bote para sumergirse en el agua, pedalear y correr. O Maria Aldama, para quien el cambio no ha sido tan brusco dado que ella llegó al triatlon procedente del ciclismo.

Son reflejos de lo que es hoy en día el equipo femenino de triatlon de Sestao, uno de los más numerosos de Euskadi. El sábado pasado disputaron la novena edición del triatlon de Bermeo y el 3 de agosto actuarán como anfitrionas en el que organizar su propio club. No lo tendrán fácil y es que se trata de una distancia olímpica, pero en cualquier caso a ilusión y ganas de ser protagonistas en su prueba no va a superarles ninguna otra competidora.