Segunda derrota de la temporada, la segunda en EuroCup, la segunda ante el Spar Citylift Girona. Y nada que objetar. Faltó intensidad atrás, se perdieron muchos balones, la superioridad interior visitante fue clara y lo peor de todo la lesión de Juana Molina. No hubo opción de poner en aprietos a un fantástico Girona que se asegura el primer puesto del grupo.

HAMPTON, UN QUEBRADERO DE CABEZA (11-21)
En el comienzo del encuentro se vio que había mucho en juego, nada más y nada menos que el liderato de grupo. Las espadas en todo lo alto. Girona trataba de buscar a su potente juego interior encabezado por Nadia Colhado. La jugadora que inclinó la balanza, sin embargo, fue Hampton. La alero demostró su calidad con un dos de dos desde la larga distancia. El Lointek Gernika Bizkaia no encontraba el camino del aro de ninguna manera. La serie, 5/17 en tiros de campo en el primer cuarto, más que sintomático. Girona apretaba las líneas de pase no dejando circular bien el balón al equipo bizkaino. Las catalanas cerraron los primeros diez minutos con un 0-7 de parcial lideradas, cómo no, por Hampton, que sumó ocho puntos y cinco rebotes en la primera mitad.

LA LESIÓN DE JUANA MOLINA ENFRÍA MALOSTE (31-43)
El segundo periodo comenzó muy diferente: 3+1 de Jazmon Gwathmey para levantar Maloste. Vanderwal anotó de tres para dar esperanzas al equipo de Mario López. Pero las cosas se torcieron, y mucho. Primero antideportiva a Gwathmey y después, la malísima noticia de la lesión de Juana Molina Prado. La escolta se retiró entre lágrimas al banquillo y bajo la ovación del público de Maloste tras una acción fortuita. Esto bajó la moral del conjunto de la villa foral. Los equipos de la categoría de Girona no perdonan y tras tiempo muerto de Eric Suris, las visitantes endosaron un 0-7 de parcial. Demasiado castigo. Lointek Gernika Bizkaia no conseguía imponer una de sus señas de identidad de esta temporada: El contraataque. Itziar Ariztimuño le metió una marcha más al partido bien secundada por Valeriya Berezhynska, la única que veía con algo más de claridad el aro. Jazmon Gwathmey, una de las referentes anotadoras, atacaba la canasta sin suerte. Pero a pesar de estar desacertada, la calidad nunca desaparece. Dos jugadas personales de parque estadounidense acercaron al equipo sobre la bocina en el marcador.

APAGÓN (40-61)
Cinco minutos y 37 segundos. Eso es lo que tardó el Lointek Gernika Bizkaia en anotar su primera canasta tras el paso por los vestuarios. En parte, gracias a la gran defensa de las catalanas, pero también por el desacierto generalizado en las jugadoras gernikarras. Ni siquiera debajo del aro. Un día aciago. Tampoco ayudó el susto de la capitana Naiara Díez, que enmudeció por un momento Maloste. Solo se quedó en un golpe y pudo regresar al parquet. Cuando más hacía falta apretar los dientes para engancharse al encuentro, el acierto no respondió. Mientras tanto Nadia Colhado campaba a sus anchas en la zona de Maloste, 0-8 de parcial en la reanudación. Desapareció Hampton, aunque apareció la pívot brasileña, eso es lo que tienen los equipo de tanta calidad y rotación. El equipo de Mario López persistió, pero el equipo visitante respondía cada ofensiva.

EL REBOTE OFENSIVO, LA PUNTILLA (47-78)
Remontar era difícil, pero no imposible. En baloncesto todo puede pasar. Diez minutos para el milagro. Maloste se encendió con un triple de Naiara Díez y una canasta en transición de Jazmon Gwathmey. Nada más lejos de la realidad. Girona no dio opción a la sorpresa. Las jugadoras de Eric Suris no se habían quitado del mono de trabajo. Cargaron el rebote ofensivo para conseguir segundas, incluso cuartas oportunidades, dejando sin aire al Lointek Gernika Bizkaia. La pelota no quería entrar. Con 30% en tiros de campo para la escuadra dirigida por Mario López, así es imposible. Solo queda esperar que el sábado entren las canastas ante Baxi Ferrol.

Fuente: Lointek Gernika