Vitoria acogerá el próximo domingo la undécima edición del Triathlon Vitoria, que este año batirá la participación internacional con un total de 281 triatletas procedentes de 32 países.
En la categoría femenina, serán un total de 244, de las que 66 se atreverán con la larga distancia full (3.800 metros de natación, 180 kilómetros en bicicleta y 42 kilómetros de carrera a pie) y 177 competirán en la media distancia half (1.900 metros natación, 93 kilómetros en bicicleta y 21 kilómetros de carrera a pie).
La gran favorita en la larga distancia será Brooke Brown. La canadiense ha vencido en las tres últimas ediciones y ya se le denomina “la reina del TriVitoria”. La canaria Ruth Brito, compañera de Eneko Llanos y campeona del mundo en grupos de edad en 2012 puede ser la gran contrincante aunque un proceso viral en los últimos días le ha mermado físicamente. La alemana Julia Bohn, segunda el pasado año, también aspira al podio.
En distancia half, Judith Corachán, una de las mejores triatletas españolas, es la gran aspirante junto con la australiana Sarah Lester.
Entre las participantes vascas, destacan como candidatas al podio, Helene Alberdi, Aintzane Argaiz y la vitoriana Arrate Mintegi
En chicos, Iván Álvarez, vencedor en la pasada edición en distancia full es el máximo favorito, con el permiso de Alejandro Santamaría, vencedor en 2014 y segundo en las ediciones de 2015 y 2016. El portugués Pedro Gomes y el australiano Levi Maxwell serán hombres a tener en cuenta. En half, Miguel Ángel Fidalgo, Pablo Dapena y el canadiense Taylor Reid son los serios aspirantes al podio.
La prueba comenzará el domingo a las 8:30 para distancia half desde la playa de Landa. Media hora más tarde será el turno para los participantes en full.
La llegada de la primera triatleta full a la línea de meta situada en la plaza de España está prevista a las 17:45 horas, antes a las 12:45 horas, veremos aparecer a la vencedora en la media distancia.
Un dispositivo con un total de 1.300 personas se encargará de la seguridad de los triatletas y del buen funcionamiento de la prueba