Kathryn Westbeld encara su primera semana completa en el IDK Gipuzkoa después de llegar el pasado viernes por la tarde a Donostia, ir directa al Gasca a entrenar y debutar el sábado contra el Embutidos Pajariel Bembibre. “Estoy disgustada por la derrota, lógicamente, pero el partido me sirvió para empezar a conocer a mis compañeras y el juego del equipo. Quería soltar piernas después del largo viaje en avión”, comentaba esta mañana antes del entrenamiento la jugadora estadounidense, que el próximo 29 de enero cumple 23 años.

Pese a no poder estrenarse con victoria, Westbeld tuvo buenas sensaciones y cree que su estancia en el IDK Gipuzkoa va a ser positiva: “Estuvo bien. Solo pude practicar un día. Hicimos cinco contra cinco y el sábado traté de trasladarlo a la cancha. Me voy a adaptar bien”.

La ala-pívot, de 188 centímetros de altura, saltó a la cancha en el segundo cuarto y en diez minutos anotó 15 puntos, cifra con la que acabó el choque ya que tras el descanso no volvió a ver aro. “Salí del banquillo y traté de aportar energía en defensa y en ataque. Hice un primer robo y metí canasta al contraataque. Eso me dio energía y confianza para el resto del partido”. Westbeld ha comentado que siente cómoda jugando como ala-pívot: “Juego de cuatro. Puedo salir a tirar de fuera, es lo que hice el otro día, pero en la universidad mi equipo necesitaba que estuviera en la zona, así que estoy acostumbrada a jugar ahí”.

La pasada primavera, Westbeld logró el título de la NCAA con Notre Dame, equipo en el que desarrolló toda su trayectoria universitaria y que capitanéo durante las dos últimas temporadas. Luego recaló en el Atenienses de Manatí de Puerto Rico para fichar esta semana pasada por el IDK Gipuzkoa: “Fue fantástico ser campeonas de la NCAA. Aún no me lo puedo creer, fue una gran experiencia. Nada más acabar jugué en Puerto Rico y ahora quería probar en Europa. Mi agente me dijo que este equipo podía ser una buena oportunidad para seguir creciendo”.

Fuente: Prensa Ibaeta Basket